Hace 10 años y 6 meses conocí al hombre de mi vida. Nunca me imaginé que en la mitad del trabajo, con otros objetivos y sueños se me pasara por mi camino una persona que, al parecer, era completamente diferente a mi.
Nos conocimos en un paseo del trabajo. Yo nunca me hubieses imaginado que tenía que ir y que me iba en su carro. Lo había visto un par de veces y le había organizado unos contratos y revisado unas actas (yo era la Directora Jurídica y él el financiero) pero no habíamos hablado nada personal. En el carro, después de imaginarme que era alguien tan diferente a la realidad, encontramos la mejor conversación. Click inmediato.
Desde ese entonces somos inseparables. A los dos meses de conocernos, él tuvo la oportunidad de empezar en Panamá y me dejó con el dolor en mis huesos. Nos veíamos todos los fines de semana y a los 6 meses nos casamos, no aguantamos la distancia fria. El 1 de julio de 2007 para ser exactos. Al día siguiente nos fuimos a dar un paseo por el mundo y aterrizamos en Panamá.
Les cuento esta historia, sin recetas, pero para mi tiene los ingredientes perfectos que se han ido consolidando a través del tiempo. Amor en cantidades industriales, mucha paciencia, dosis de alegrías, tazas largas de respeto, cucharadas de entendimiento y perdón.
10 años que nos complementan y construimos día a día en un País que nos recibió con las manos abiertas. Es fácil? para NADA, pero con mucha fé y amor todo se logra. Hoy miro mi camino y no me imagino a nadie que me entendiera como él. Sólo espero que nos lleguen mil años más.