Estoy fascinada con el tema de los hábitos. Todos los días me pregunto ¿cómo puedo cambiar estilos de vida de las personas cuando todos somos tan diferentes? ¿por qué unas personas les cuesta más trabajo que a otras? ¿por qué los nuevos hábitos son más difíciles de mantener en el tiempo?
Todas estas preguntas están en mi mente y por eso no me canso de estudiar y leer todos los días este tema. Aquí les comparto algunas conclusiones y tips para ustedes.
Los hábitos son actividades diarias que pueden ser positivas o negativas. La mayoría de nosotros vivimos de hábitos, que fueron enseñados y adquiridos a lo largo de los años y ahora ya se volvieron automáticos. ¿Qué significa esto? Estas actividades que ni pensamos y las hacemos día a día y nunca las cuestionamos, simplemente las ejecutamos. Por ejemplo, una vez nos levantamos todas las mañanas nos bañamos (bueno la mayoría de las personas se baña todos los días en la mañana), desayunamos, y salimos a trabajar o estudiar. Son actividades que nunca criticamos, ¿por qué? Porque ya fueron instauradas y las hacemos de manera automática.
La mayoría de estas actividades nos las dieron nuestros antepasados y padres y se volvieron una costumbre, otras se crearon a lo largo de los años y se instauraron en nuestro cuerpo. Ejemplos de esto son: fumar, hacer deporte, comer o dejar de comer ciertos alimentos, ordenar o desordenar.
Pero entonces ¿cómo podemos eliminar o cambiar una actividad que hacemos de manera automática en nuestra vida? Como las actividades se han vuelto automáticas, es muy importante ser consciente de qué rutinas hacemos diariamente que no pensamos y que queremos modificar. La consciencia de la actividad es lo más importante para un reconocimiento del hábito.
Segundo, ¿porqué lo hacemos? Qué nos causa en nuestro cuerpo esta actividad? ¿qué sensaciones nos trae? Por ejemplo, si tomamos café todas las mañanas y ya es una actividad que la hacemos de manera automática, pensemos: ¿qué efecto nos hace? ¿qué sentimos cuando lo tomamos? ¿Qué pasaría si lo dejamos un día?
Ser conscientes de nuestros hábitos es la mejor manera de revisar nuestras actividades diarias y ver si queremos modificarlas o no. Si después de un análisis descubrimos que tomar café todas las mañanas nos hace bien, nos hace sentir vivos y con más energía, es completamente entendible. Si por el contrario, vemos que no es lo que más nos gusta, nos genera un efecto malo en nuestro cuerpo, y queremos evitarlo entonces podemos actuar!
Aquí te dejo unos tips concretos para evadir estos malos hábitos que están de manera automática en tu vida:
- Tomar consciencia de las actividades diarias. Si puedes haz una lista de las mismas y revisa cuáles te gustan y cuáles no.
- Analiza cuáles de los hábitos que haces quisieras eliminar o cambiar.
- Si eliminas del todo un hábito tu cuerpo queda completamente nervioso y ansioso porque no entiende que ha pasado. Por el contrario, lo que puedes hacer es modificar la rutina pero no la elimines por completo. Por ejemplo, si quieres dejar el café de las mañanas porque sientes que eso no es lo que tu cuerpo necesita o porque simplemente no quieres sentirte adicto a nada, lo que puedes hacer es reemplazar el café por otra cosa que te cause emoción, tal es el caso de un té o una bebida caliente.
- Recuerda que estos hábitos los has hecho durante mucho tiempo así que es un proceso y si recaes no te sientas culpable ni mal. Solamente analiza tu acción y revisa porqué pasó. Tienes miles de días adelante para empezar de ceros.
Todos podemos cambiar, a unos nos cuesta más que a otros. Lo más importante es revisarnos constantemente y no hacer actividades que simplemente adquirimos y que no sabemos porqué.